lunes, 20 de octubre de 2014

PODEMOS PROMETER, Y PROMETEMOS (que vamos a trepar como sea)

PUEDO PROMETER, Y PROMETO

Eso decía Suarez para encandilar al personal prometiendo una transición a la democracia. La frase era un chantaje en toda regla al recordar que podía prometer porque estaba al cargo del estado franquista, y prometía más de lo mismo, porque todo estaba atado y bien atado por los jefes del estado, el antiguo y el nuevo.

Y el personal se tragó el proceso constituyente y se constituyó la carta otorgada que llaman constitución, “el marco de convivencia del que nos hemos dotado” donde quedan atados y bien atados todos los privilegios de la élite extractiva que desde entonces nos chupa la sangre democráticamente.

¿Porque le llaman transición, cuando es la segunda restauración borbónica?. Porque la primera restauración tras la I República acabó mal, muy mal. No podía acabar de otra manera un régimen corrupto sostenido por el llamado “turno de partidos”, el bipartidismo de principios del S. XX. Los capitostes se alternaban en la cúpula del poder, Canovas y Canalejas, Sagasta y Maura, hasta ahí funcionaba. Pero en niveles inferiores del escalafón había dos catervas de políticos, los entrantes y los salientes, cuyo único objetivo era mangar al máximo mientras estuvieran en el poder, pues al cesar se convertían en cesantes, los “antiguos señores importantes” que retrató Pérez Galdós.

El ciclo parece repetirse: tras la II República, la restauración borbónica, se apoya en el bipartidismo, y cuando éste se hunde por la corrupción toca “dictablanda”. La dura dictadura de Primo de Rivera fue así llamada por la colaboración de UGT en la aparición de los comités de empresa, los “jurados mixtos” que garantizaban la “paz social” mientras los obreros anarquistas eran asesinados por los pistoleros del sindicato libre de la patronal que llevaban un lazo amarillo, razón del apelativo de “amarillos” que destinamos a los mafiosos, vendeobreros y esbirros de la patronal en general, y a los partidarios de las elecciones sindicales en particular.

Hoy de nuevo vemos la infiltración mafiosa en los sindicatos, la dictablanda de la Troika con la colaboración del PSOE y la UGT y la apoteosis del mangoneo de la élite extractiva ante el fin de fiesta que se aproxima. La novedad es la colaboración del PCE y CC.OO., que no existían en los años 20, y la modalidad de infiltración mafiosa en los sindicatos. Los pistoleros derrotados por la FAI son ahora sustituidos por trepas sindicales que copan las estructuras para neutralizar a las bases sindicales y se cobran su trabajo de diversas maneras, bien en metálico black, bien en promoción personal a cargos políticos bien retribuidos.

Un caso claro es el de Beltrán Roca, un amarillo implicado en la trama corrupta que aflige a la CNT, y postulante a cargo político en Ganemos El Puerto, donde se presenta como sindicalista, dejando claro que de Anarcosindicalista nunca tuvo nada, y que en CNT sólo buscaba un trampolín político.

TREPEMOS

Beltrán Roca explica que de momento Ganemos El Puerto está en una fase muy embrionaria del proyecto, de manera que lo primero será contar con un número suficiente de apoyos y poner en pie un programa, para después hablar con otras fuerzas y decidir si será más positivo caminar juntos o por vías separadas (Diario de Cádiz, 06/10/2014).

Lo primero tomar (algún) poder, después ya veremos. La idea no es suya, es el programa político propuesto por Pablo Iglesias, que propone asaltar el cielo (la frase es de Marx), no tomarlo por consenso. Trepemos al cielo, o sea, al sillón donde puedan apalancarse hasta la muerte, nuestra muerte si es necesario.

La clave es la desmemoria histórica. Sólo así pueden volvernos a vender la moto de la política para intentar tirar treinta años más. Y los encargados de vendernos la moto son los políticos cesantes, los que en la transición se quedaron fuera del reparto de prebendas.

Pero la memoria es pertinaz. A nadie se le escapa que la amalgama de trepas frustrados de Izquierda Undida con los maoistas y trotskistas de Izquierda Anticapitalista (los troskochinos) no tiene más alternativa al capitalismo que el modelo chino, comunista en lo político y capitalista en lo económico. Lo mejor de los dos mundos, para ellos.

Más de lo mismo hay en Venezuela, donde la trepada al poder bolivariana se consagró en sacrosanta constitución. Es el modelo a seguir, de ahí la propuesta de abrir un periodo constituyente para redactar otra carta otorgada que suscite ilusiones de cambio. Otra vez el cambio, como Felipe Glez., solo que ahora sin chaqueta de pana. Será por el calentamiento climático, porque tampoco se han calentado mucho la cabeza, simplemente han hecho una ropa vieja política que nos queda chica.

LENIN, TROTSKY, MAO Y LOS QUE SE HAN COLADO

A la ya citada raíz troskochina se une la más pura raigambre leninista de la cúpula de Podemos. Acción y organización se subordinan a la conquista del poder, se propone una democracia plebeya como trasunto de la democracia popular y el centralismo democratico, donde los dirigentes se lo dan todo hecho a los afiliados con textos cerrados, que solo admiten rectificaciones mínimas. El objetivo principal es el clásico golpe de estado leninista, alcanzar el Gobierno a corto plazo y hacerse con los centros del poder político.

El esquema personalista y autoritario está bajo un liderazgo indiscutible de la cúpula. Los círculos son las células base que deben “adaptar la línea política de Podemos” a su ámbito, y el portavoz definirá de modo permanente “la línea política” a aplicar por los órganos inferiores, al modo del clásico secretario general de un partido comunista, apoyado en una pirámide del poder que incluye un Comité Central y una Comisión Ejecutiva (el Politburó). 

Lo nuevo, que el centralismo democrático se moderniza y ahora controla la Asamblea Ciudadana Estatal, que "reunirá" unos cien mil participantes cada dos años, por vía telemática.

Por último, las posibles discrepancias van a una Comisión de Derechos y Garantías, un tribunal con una larga lista de causas de sanción y expulsión que anticipan las purgas estalinistas.

Por supuesto, la disciplina y la formación ideológica es el primer requisito leninista, y como aún no está asegurado el control de la cúpula se impone la prudencia. Para no abrir la puerta de los elegidos a todo el mundo, las elecciones municipales son concebidas como un experimento estratégico para que opositen toda clase de trepas corruptos sin comprometer al “partido”.

PODEMOS PROMETER Y PROMETEMOS

Claro que no todos los políticos son iguales. Nada que oponer a que se meta en política hasta que se aburra quien no se haya enterado que no se puede esperar nada de la política, faltaría más. Tampoco extraña que se metan en política los que no sirven para otra cosa. Lo que es risible es la mentira descarada, el farol que se marcan los leninistas troskochinos en su fantasmada electoral, que va a batir todos los records de los que dicen digo donde dijeron Diego.

A ver que dicen si tocan poder los que ahora proponen borradores de programa con "derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza". Son más de trescientos mil millones de euros anuales, con "Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF y de la lucha contra el fraude fiscal", que se repartirán entre todos por igual, da igual banquero que preferentista.

Todos contentos, pues además se propone la "despatologización (sic) de todas las opciones sexuales e identidades de género no normativas". Aquí van a follar hasta los zoofilos, sobre todo los artistas cuando se establezca un "control público encaminado a garantizar que los beneficios obtenidos por la difusión y distribución del arte nunca sean superiores a los del artista".

Asaltar los cielos con un brindis al sol, la gente está tan desesperada que es capaz de tragarse esta bola y abrir camino a la neocasta. Su primer objetivo está conseguido, desactivar lo que de anarquizante había en el 15.M.

Claro que también queda no creerse nada de ningún politicastro y recordar el principio básico de la Acción Directa: SI NADIE TRABAJA POR TI, QUE NADIE DECIDA POR TI.

Extraído de la publicación mensual Cádiz Libertaria Nº52 Octubre 2014